MENTIRAS HISTÓRICAS: CATALUÑA, ”la FANTÁSTICA”

Cataluña, “la fantástica”
 

El británico G.K. Chesterton , en su biografía sobre el escritor Chaucer ( "Chaucer". London,1932) , nos cuenta : " Tengo el absoluto convencimiento de que sólo cuando perdemos la perspectiva de nuestra historia medieval, es cuando nuestra política e historia contemporáneas derivan en caos y manipulación"… Y aunque la cita la hace un inglés aplicada a su realidad política, es también perfectamente aplicable a las fantasias esotéricas e irreales que los nacionalistas vascos y catalanes vienen utilizando, desde hace ya más de dos siglos, para reclamar derechos y prebendas que nunca existieron. El espiritu cantonalista y provinciano que tanto gusta als “senyorets feudal-nazi_onalistes” no ha formado parte nunca, históricamente, del alma esencial española.

Surge en Vasconia a raiz de la Primera Guerra Carlista y, como muy bien explica el escritor catalán Jaime Balmes ya en 1843 fue un movimiento estimulado desde fuera y por naciones extranjeras que querían una España débil y dividida. El romanticismo idealista del momento colaboró al resurgimiento de este sentimiento artificial nacido del deseo de que cada región afirmara su individualidad libre y naturalmente sin la interferencia del estado central.

Basándose en este punto de partida, romántico e irreal, Pi i Margall desarrolló su teoria del principio federalista ( "El Principio Federativo" .1872 y "Las nacionalidades". 1876) , la misma que la actual izquierda española y los radicales nacionalistas están queriendo resucitar para sus propios intereses cantonalistas. Sin embargo, cuando, tras la Revolución de 1868 y el estallido de la Segunda Guerra Carlista, se proclamó la I "República Federal" en España , el presidente catalán Pi i Margall se dió cuenta del absoluto fracaso da su idea federal. Ya que él mismo tuvo que luchar a brazo partido contra la degeneración de dicha idea federalista que derivó en el anarquismo cantonalista que estalló tras la rebelión de Málaga, Sevilla, Cádiz, Cartagena, y Valencia. Todas ellas se proclamaron cantones independientes.

La compulsiva reaparición de estas mismas ideas federalistas es intermitente en nuestra España folklórica y nace siempre de la confusión en que los manipuladores políticos nacionalistas quieren sumir al pueblo español.

La reaparición de las ideas federalistas de Pi i Margall vuelve a tener lugar en Cataluña tras el desastre del 1898, cuando se pierden las colonias y los catalanes pierden sus intereses financieros y comerciales. Es entonces cuando el federalismo catalán toma forma de nacionalismo extremista , exagerando y magnificando las inexistentes diferencias entre el pueblo catalán y los demás pueblos de España . Para conseguir esto había que ponerse a manipular la historia que debería ser tratada desde una perspectiva exclusivalmente nacionalista , cosa que fue hecha magistralmente por ese malabarista/embustero  de la historia llamado Rovira i Virgili en su "Historia Nacional de Cataluña" ( 1922-1931) en seis volúmenes. Pero su método historicista se quebraba por su base: cuando Rovira, de manera imposible, intenta hacer desaparecer los infinitos vínculos que unen a las gentes de Cataluña con el resto de España , le sale un buñuelo. Y es por eso que acude al victimismo y al trato INJUSTO y LLORICA  en sus análisis con Castillla, "madastra infame"  a la que culpa de todos los males. Rovira lanza todo su veneno victimista contra los Borbones centralistas (Felipe V) o, retrocediendo tres siglos más, culpa de las históricas injusticias contra Cataluña al Conde Ramón Belenguer IV porque – dice Rovira- que, al casarse con la Reina de Aragón hizo demasiadas "concesiones"  ya que debería haber tomado el título de Rey de Aragón y Cataluña y no lo hizo. Como si el ser rey dependiera del capricho de uno y no de unos derechos dinásticos que él  NO tenía  ni el Rey de Aragón le concedió NUNCA.

Y es que la manipulación supina de estos historiadores catalanets  de mediopelo nos oculta que, en tiempos del conde catalán Ramón Belenguer IV el nombre de Cataluña NO EXISTIA : los términos "Cataluña" y "catalán" no aparecen en documentos oficiales hasta treinta o cuarenta años despúés . De cualquier forma, el conde catalán, desconocedor de que su actuación medieval encresparía tanto a los nacionalistas del siglo XX, llegó incluso más lejos que su renuncia a ser rey ,…… pues llegó hasta proclamarse vasallo del Emperador de Toledo, Alfonso VII….

Esto lo publicó en sus escritos el mundialmente reconocido historiador Zurita , pero es omitido, en claro ejemplo de manipulación histórica, por los "historiadores" del nacionalismo catalán como Rovira i Virgili. Y mucho más, Rovira & Cía utilizan los barbarismos históricos de "Corona Catalano-Aragonesa " y "Confederación Catalano-Aragonesa" para, márcándose un farol, referirse a lo que históricamente fue sólo Reino de Aragón, Reino de Valencia y Reino de Mallorca. (Si alguno va visitar el valenciano Castillo de Xátiva podrá leer estos mismos barbarismos históricos en los embusteros carteles de la travestida exposición abierta al público). Así van rodando las mentiras nacionalistas y algunos iletrados concejales hasta se las creen.

Cataluña, "la fantástica" , es -como Antoñita, la del cuento- la Cataluña feudal y primitiva, la fantaseada por la historiografía manipuladora, la del corralito nacionalseparatista de los Pujols,los Montilla y los Rovira, la del Nosaltres sols, que ha perdido la perspectiva de su historia medieval , y que nada tiene que ver con la Cataluña histórica, la real , la que nunca quiso vivir sola sino siempre vivió unida en una comunión bilingüe con Aragón y con Castilla formando parte de lo que Jaime Balmes llamaba "el alma esencial de España". Porque Catalaluña es alma de España. Pese a los fántásticos.